
Mo Salah en la Revista GQ «Quiero quedarme, pero no está en mis manos»
enero 11, 2022Mo Salah “Quiero a los aficionados. Los aficionados me quieren”
Mohamed Salah habló en una entrevista para la revista GQ donde se hizo eco de las posibilidades de firmar un nuevo contrato y de lo que significa los trofeos individuales para él. Pero si hubo algo que nos encantó, además de la foto que ilustra este post con la camiseta del Liverpool, fue cuando recordó sus comienzos y lo importante que es su familia.
Un ídolo para su país y una leyenda.
Además de alabar cuando Mo compro ambulancias o la construcción de una escuela en su ciudad. En la entrevista hay momentos en los que se habla del ladrón que robo a su padre 30.000 libras egipcias -unas 1.400 libras- del coche del padre de Salah, y la policía atrapó al culpable, sólo para que Salah convenciera a su padre de que no presentara cargos, y luego le diera dinero al ladrón para ayudarle a cambiar su vida o el indigente que estaba siendo insultado por unos chavales que el bueno de Mo saliendo de su coche y calmara la situación, historias que son ciertas, pero que el bueno de la estrella de Nagrig nunca desmiente porque no suele dar muchas entrevistas.
Klopp “En este momento es el mejor del mundo”
Su entrenador habla del carácter ganador de su jugador y le dice al entrevistador que el egipcio es el mejor del mundo, en este momento “En este momento, creo que Mo puede reivindicar muy válidamente ser el mejor futbolista del planeta».
Klopp sabe que su carácter ganador le ha llevado a estar donde esta “Es el mejor de los codiciosos. Quiere más para el equipo y más para sí mismo, pero la primera parte es la que le impulsa. Quiere que nosotros, el equipo, ganemos ante todo».
Pero el egipcio sabe que es su momento y no mirar atrás pero este carácter a Salah dice que eso no le molesta. «Estoy seguro de que mucha gente aprecia lo que hago. En realidad, no me importa. A las mentalidades débiles les gusta sentir eso. A mí no».
Mo Salah, el viaje de un ídolo
La estrella hacía un camino de 9 horas desde su lugar de nacimiento hasta El Cairo donde el Al Mokawloon se fijó en él. Salah iba a la escuela a las 7 de la mañana, salía después de dos horas (el club le daba un permiso) y caminaba un kilómetro y medio entre campos de jazmines hasta una parada de autobús. Allí se subía a un microbús -una furgoneta con tres o incluso cuatro filas de asientos- para ir a la cercana Basyoun. Desde Basyoun cogía otro hasta Tanta; desde Tanta hasta la bulliciosa plaza Ramsés de El Cairo; y finalmente un cuarto hasta el campo de entrenamiento en Nasr City. «Media hora, una hora, luego dos horas, y luego tal vez media hora o 45 minutos para el último».
Al Mokawloon le pagaba 125 EGP unas £6 que ni siquiera cubría el billete de autobús para una semana, así que su padre con su trabajo cubría los otros gastos, así lo recordaba Mo Salah “Sé que cuando decimos nueve horas parece una locura, pero lo hice porque me encantaba. Quería estar donde estoy ahora, así que no sentí que fuera tan difícil».
El paso a Europa y el frio de Basilea
La ciudad suiza su primer paso a Europa y en donde los grandes europeos se fijaron en Mo Salah, pero los principios ni fueron fáciles “El clima era frío, y no podías hablar inglés, no puedes hablar el idioma alemán suizo. Nadie en el club hablaba árabe. Al principio no podía ver la televisión, ni leer los periódicos, ni siquiera pedir comida para llevar. Fue muy duro. Pero tenía que adaptarme o volver. No tienes una tercera opción”.
Tuvo una oferta del Liverpool en 2014 pero al final acabo en el Chelsea, pero se encontró con un entrenador que no suele cambiar mucho su once «Cuando miro hacia atrás, tuve un mal consejo con la situación».
No obtuvo minutos y eso le creo una ansiedad «Fue muy duro para mí, mentalmente. No podía soportar la presión que tenía de los medios de comunicación, que venía de fuera. No estaba jugando tanto. Sentí: ‘No, tengo que ir'».
De ahí a Italia y a coger ritmo y confianza “Hay situaciones a las que hay que enfrentarse antes de que ocurran, así que cuando suceden ya las has vivido».
Mo Salah “Quiero quedarme, pero no está en mis manos”
El ídolo de las gradas de Anfield lo deja claro sobre su renovación, no es cuestión suya y deja un mensaje a la directiva “Quiero quedarme, pero no está en mis manos. Está en sus manos. Ellos saben lo que quiero. No pido locuras. Lo que pasa es que cuando pides algo y te demuestran que pueden darte algo, porque aprecian lo que hiciste por el club. Llevo ya cinco años aquí. Conozco muy bien el club. Quiero a los aficionados. Los aficionados me quieren. Pero con la directiva, se les ha comunicado la situación. Está en sus manos».
A Salah no le importan los premios individuales
Sobre los premios como el Balón de Oro u otros premios para Mo Salah comenta en GQ que no son importantes: «No me molestan mucho. ¿Si me preguntaras si esto es un impulso para mí para estar aquí? Sí, por supuesto. No puedo mentir y decir honestamente que no lo he pensado.
No, pienso en ello. Quiero ser el mejor jugador del mundo. Pero tendré una buena vida, aunque no gane el Balón de Oro. Mi vida está bien, todo está bien. A veces siento que es sólo política».
Va a cumplir los 30 años esta en su mejor momento y con ello sabe que debe cuidarse, en su casa se ha construido hasta una sala de recuperación «Tengo todo en casa. Es un hospital», dice Salah.
Jürgen Klopp sabe cómo es su jugador «Es como una esponja de información. Tiene un hambre incesante por ser mejor. Nunca está satisfecho. Está muy atento a lo que le pedimos por lo que ayuda al equipo. Pero junto a eso, su compromiso con la mejora individual es notable. Ya sean los preparadores físicos o el nutricionista o quien sea, busca esos pequeños márgenes en todas partes.»
Salah es una imagen para el mundo árabe y para su país no sale de fiesta, ni suele jugar a los videojuegos, sino que prefiere quedarse en casa con sus hijos. «La gente cambia mucho con la fama y el dinero, así que yo intento no hacer lo mismo, mantenerme firme»,
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