¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho?

¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho?

marzo 11, 2016 666 Por George Olmos
Noches europeas en Anfield.


Por George Olmos (@george_olmos)

Esto es otra opinión como cualquiera sobre lo acontecido en una noche de marzo de 2016 en un partido de fútbol. Una de cientos. No es ni mejor, ni peor, es una más. Cuando te haces mayor recuerdas con mucha frecuencia momentos del pasado y eso no es malo. Así que  empiezas con un recuerdo (no te lo quiero decir pero es porqué los años empiezan a sumar en tu cartera). El otro día escuché que Dan Aykroyd, sí aquel que vestía de negro como los antiguos árbitros (o esa palabra que siempre me gustó ‘trencilla’), pues uno de sus papeles con los que más repercusión ganó, fue de compañero de John Belushi de los míticos ‘The Blues Brothers’. El bueno de Dan perdió hace mucho a su amigo de correrías y de otras lindezas que han dejado regueros de tinta. John se fue allá por 1982, pues cada 5 de marzo se acerca a su tumba y le deja una botella de whisky. Sigue recordándolo. Pues por momentos, al terminar el partido, me imaginé a un viejo Coutinho, llegando a una barra de madera, en un bar con un paisaje paradisíaco de Copacabana, el mago levantando la mano y diciéndole a un camarero joven: “una botella de tu mejor escocés” y Phil, sin ser reconocido, dejando encima de la barra dos vasos de un magnifico escocés y mirando al cielo, añadiendo: “Este es por mi amigo Bobby, que noches aquellas en Anfield”, y un trago largo.
Este post está titulado con esa frase de Robert Duvall en ‘Apocalypse Now’. Todo amante del cine sabe como sigue, sí, quien no ha dicho una vez en su vida esa frase, no mientas, tu también lo hiciste y te imaginaste como si vistieras del ejercito americano, con las chapas por fuera de la camiseta y espetando un “es Napalm hijo, nada en el mundo huele así. ¡Me encanta el olor a napalm por la mañana!”. Y te quedas tan ancho. Pues ayer pensé lo mismo que el Coronel Bill Kilgore, pero sentado en mi sofá, sin chapas, sin estar en camiseta porque esta primavera-invierno de Madrid es proclive a los constipados, y me dije a mi mismo que como me encanta ese olor que desprende las noches europeas en Anfield y si son con victoria al United, mucho más.
Tan sólo fueron 90 minutos en los que los Blues Brothers del Liverpool, “Jake Firmino” y “Elwood J. Coutinho”,  hicieron un gran espectáculo, en el mejor de los sitios y hasta hicieron bailar a Adam Lallana, que por momentos parecía Fred Astaire con un balón en los pies. Porque todos sabemos que cuando Anfield aprieta en estas noches europeas poco puedes hacer, sólo sentarte como si fueras Marlon Brando en el Coronel Kurtz y degustar de que estás a pocas millas de lograr la tan anisada muesca en tu revolver. Y pensar que tendrás otro recuerdo, otra cana más, algo más de edad, pero que nadie te diga que no lo disfrutaste. 
Y seguro que si ayer hubiera estado en Anfield, me iría como si estuviera por el río Kwai y me encantaría decirles a esos irrespetuosos mancunians y al personaje salido del anuncio que pisotea cual bailador flamenco: “Aquí Radio Tokio se despide. Les habla su enemigo más amistoso recordándoles que se relajen y nunca se ofrezcan como voluntarios para nada.”
¿Hueles eso? ¿Puedes oler eso?