De Ian St. John a Mo Salah

De Ian St. John a Mo Salah

febrero 22, 2021 1 Por Esto es Anfield

Shankly: «No fiché al mejor delantero centro del país…Fiché al único delantero centro».

 

Por George Olmos (@george_olmos)

Mo Salah alcanzaba en los últimos días la brillante cifra de 118 goles y se aupaba en la lista de goleadores del Liverpool, alcanzando a una de las leyendas Reds: El gran Ian St. John. Creo que es de recibo que esta figura no quede en un simple nombre y que conozcáis a uno de los más grandes futbolistas que vistieron la zamarra del Liverpool.

Ian St. John era un delantero fuerte y hábil, cuya gran habilidad para encontrar los huecos podría compararse, si lo hiciéramos con un futbolista de la actual plantilla, a la de Sadio Mané, ya que el escocés, gracias a su poderoso salto, superaba a defensas muchos más altos que ‘Saint’.

 

Su fichaje por el Liverpool

 

Pero situémonos, corrían los años 60, los Beatles ya comenzaban a menear las melenas cargados de ganas de conquistar el mundo desde su ciudad, Liverpool. Una ciudad en la que, en el ámbito futbolístico y en la zona roja de Stanley Park, las cosas no iban muy bien mientras un tipo que se estaba empezando a rebelar ante la tristeza en Anfield que llevaba siete temporadas en Second Division. Este no era otro que Bill Shankly, que había sido contratado desde el Huddersfield para salir de las tinieblas. El gran tótem red necesitaba un defensa fuerte y un delantero centro. Y no había olvidado dos nombres que había subrayado en su libreta: Ian St. John y Ron Yeats.

En una mañana de 1961, The Sunday Post titulaba: “St. John quiere irse”. En ese momento, cuenta Shankly lo siguiente; “Me puse al teléfono enseguida y el lunes por la noche estábamos en Motherwell. Charlie Mitten (que era un mítico entrenador del Newcastle) llegó desde el Newcastle y trató de ficharlo, pero arreglamos una tarifa de £37.500 la noche del lunes y fichamos a St. John al día siguiente. Le dije al Sr. Sawyer [director financiero del Liverpool]: «No es sólo un buen delantero centro, es el único delantero centro»».

 

Cuenta la leyenda que cuando Bill Shankly se dirigió a su junta directiva para obtener los fondos para ficharle, esta cuestionó la decisión de gastar tanto en un solo jugador, a lo que Shanks respondió: «¡No podemos permitirnos no comprarlo!».

 

Hay muchas más historias de aquel fichaje, así lo recordaba hace unos años Ian St. John en una entrevista. Charlie Mitten. El entrenador del Newcastle había prometido a St John 1.000 £ si firmaba y que el delantero del Motherwell y de Escocia, de 22 años, supuso que le serían entregadas en un sobre marrón.

El Newcastle y el Motherwell habían acordado el precio del traspaso y todo estaba listo. Entonces, Shankly se presentó en un Rolls-Royce propiedad de un directivo del Liverpool y entró en Fir Park «como un gánster».

St John, que nunca había conocido a Shankly y no sabía nada de él, se encontró estrechando la mano de esta mezcla de Al Capone, Rabbie Burns y un torbellino.

“Sí, Shanks tenía presencia. Era una figura dominante. Entraba en una habitación así y captaba la atención de todos. Más tarde, cuando todos le conocimos, supimos que le encantaban las películas de gánsteres. James Cagney era su favorito y creo que ese día estaba interpretando a Cagney, en la vida real»

«Estaba a tope: «Vas a venir a Liverpool».Shanks te vendía el club, todo era honesto, de frente, mientras que con Charlie no era tan claro. Una cosa que se puede decir del jefe es que era honesto. Ayrshire, un hombre de Burns, no se habría involucrado en algo así».

 

St.John, sin embargo, tuvo que señalar que su esposa Betsy acababa de tener un bebé. «Llevad al bebé a casa de la suegra», fue la instrucción de Shankly.» Y así lo hicimos», contó St. John.

“La gente podría pensar que me lo estoy inventando. Fuimos a Bellshill, a casa de mi suegra y dijimos: «Nos vamos a Inglaterra». «¿A Newcastle?», preguntó ella. «No, a Liverpool», respondió St. John. «Y aquí está el bebé. Un pequeño regalo para ti».

De vuelta a Motherwell, Shankly estaba esperando fuera del piso del club de St John – «Un Rolls, irrumpió en toda la calle»- y entonces partieron, sin más, hacia una nueva vida en una nueva ciudad en un nuevo club. Se detuvieron a comer en Carlisle, donde Shankly había sido entrenador. «La gente de aquí es estupenda», recordaba St. John entre risas.

El Liverpool igualó las 1.000£ del Newcastle y con ellas St John se compró un coche aunque admite que «no sabía conducir».

 

Los primeros pasos de Ian St. John de Red fueron increíbles

 

El impacto de Ian St. John fue inmediato y en tan sólo tres disparos se hizo con un hueco en los corazones Reds y es que en una competición de copa y frente al Everton, los de Shankly perdían por 4-3 pero ‘Saint’ marcaba los tres goles. En sus primeras temporadas marcó 18, 19 y 21 goles.

Dos meses después, llegó la otra pieza del puzle, Ron Yeats, Bill Shankly recordó años después que fueron el punto de inflexión del Liverpool y ayudaron a salir de ese pozo de la Second Division. «Fueron los mejores fichajes y fueron el comienzo del Liverpool». Ian St. John firmó en mayo de ese 1961 y Ron Yeats lo haría unos meses después, en julio. La amistad de ambos perduraría años y años.

A Ian St. John le encantaba el boxeo,  lo demostraba siempre que podía y así lo recordaba años después el pequeño pero temperamental ‘Saint’: “Me encantaba el boxeo y me sirvió de mucho porque no me asustaba en los partidos por muy grandes que fueran los centrales. No me asustaba nadie. Me expulsaron en el Coventry. Me expulsaron en el Fulham. Tenía un temperamento rápido que era algo malo. El hecho de que no tuviera miedo de nadie era algo bueno”.

Pero esas dotes pugilísticas que obtuvo en su juventud, era algo que apreciaba Shankly. En una gira de pretemporada por Estados Unidos, el Liverpool se entrenó en el Soldier Field de Chicago y Shankly recordó que había sido el lugar donde Jack Dempsey luchó contra Gene Tunney. Insistió en que le dijeran dónde había estado el ring. Allí se entrenó el Liverpool.

Pero lo suyo era los goles y los títulos, formó una gran dupla con ‘Sir’ Roger Hunt que les hizo ganar títulos como el de 1964-65, el primero en 27 años y con St. John contribuyendo con 21 goles en ese título. Al año siguiente, fue el año del Liverpool, se dice que fue el punto de inflexión. Shankly había prometido a Sawyer que con St. John y Yeats ganaría la FA Cup y a fe que lo haría. Después de 70 años el conjunto Red ganaba por primera vez el titulo de la FA Cup y un protagonista muy importante sería nuestro actor principal. Ian St. John marcaría de cabeza el gol en la prorroga en Wembley ante el Leeds que nos daría el título, aquel gol le hizo entrar en el olimpo de los héroes de Anfield.

Gracias al Real Madrid y Ian St. John vestimos de rojo en su totalidad.

 

Muchos kopites no saben que gran culpa de que el Liverpool vista de rojo por completo es por Ian St. John y por el Real Madrid.

El Real Madrid le hizo pensar. Hay una fotografía de St John hablando con el legendario entrenador del Real, Santiago Bernabéu, antes de la final de la Copa de Europa Madrid-Eintracht de Frankfurt de 1960 en Glasgow.

Santiago Bernabéu y un jovencísimo Ian St. John en Hampden Park, hablando antes de la final de la Copa de Europa.

 

St John era un delantero de 21 años del Motherwell que aún trabajaba en la fábrica de acero local. Iba a ver entrenar al Real, «para ver a Puskás, Gento… Alfredo di Stéfano, era el hombre. El balón siempre estaba bajo control, siempre era un prisionero».

El Real Madrid vestía todo de blanco. Shanks estaba cambiando nuestra vestimenta, trayendo pantalones rojos. Yo dije: «¿Por qué no vamos con medias rojas también, todo rojo? Yo pensaba, el Real Madrid va todo de blanco, el Liverpool todo rojo.

Shankly dijo: «Sí, hijo, se lo comentaré a Jim Terris de Umbro». Terris era escocés. Jim trajo unos calcetines rojos al club y algunos de los chicos se los pusieron para entrenar. «¡Cristo!», exclamó Shankly».

El Liverpool vistió por primera vez de rojo contra el Anderlecht en 1964. St John marcó el primer gol con esa equipación.

El Liverpool que atemorizaba en Inglaterra y comenzaba a tener un nombre en Europa, comenzaba el ‘Liverpool Sound’.

 

La creatividad inspiradora de Shankly hizo que, tres días después de la rompedora victoria en la FA Cup de 1965 (la primera del Liverpool en su historia), enviara a dos jugadores lesionados, Gerry Byrne y Gordon Milne, con el trofeo antes de la semifinal de la Copa de Europa en Anfield contra el Inter de Milán. Fue una de esas noches que definieron Anfield.

«Entonces se les consideraba el equipo de Europa», explicaba St. John sobre el Inter.» Eran horribles y sabían jugar, pero aquella noche se asustaron un poco al ver Anfield. Fue un ambiente fantástico». «Go home to Italy», cantaba The Kop. Los Beatles y todos los grupos, Gerry Marsden, ya existían por entonces y se llamaba el «sonido Liverpool».

Anfield lo adoptó, lo convirtió en algo propio. Así que el público se convirtió en parte del ‘Liverpool Sound’. El Liverpool ganó 3-1, con un gol de St. John. Fue la noche en que el gran entrenador del Inter, Helenio Herrera, dijo: «Ya nos han vencido antes. Esta noche hemos sido derrotados». Partido del que ya os hablamos, dos mentes increíbles, Shankly y Helenio Herrera.

El Liverpool volvió a ganar la Liga en 1966 pero St. John se perdió un trofeo europeo en 1966, cuando el Liverpool perdió por 1-2 ante el Borussia Dortmund en la final de la Recopa de Europa. «El hecho de que el partido fuera en Hampden, en Glasgow, fue un agravio más. Le conté a St. John la frase de Willie Stevenson: «Estaba tan decepcionado que en la ducha cogí mi medalla y la lancé por la ventana. Debió de caer en algún lugar del aparcamiento de abajo». St.John, rápido como un rayo, comentó: » Me he pasado años buscando esa medalla».

No se perdió ni un partido en las tres temporadas siguientes, pero ya empezó a retrasar su posición al medio campo, lo empezó a utilizar ahí Shankly por su ingenio para pasar balones. Al terminar los años 60, Shankly tuvo la difícil tarea de prescindir de uno de sus baluartes en esos años, Saint ya tenía 31 años y se convertiría en una de las bajas de aquel equipo en 1971.

 

Sus últimos años en el Liverpool

 

Saint recordaba aquellos momentos en el que Shankly le empezó a decir a su manera que no seguiría en el Liverpool. “Me decepcionó y también lo hizo con otros jugadores. Tenía un pequeño defecto en su constitución que le impedía afrontar la dura decisión de que un jugador estaba llegando al final de su carrera. Era la primera vez en mi vida como profesional que no jugaba en el equipo. Así que es difícil de asumir. Entré en el vestuario y mis botas estaban por debajo del 12. Le dije a Shanks: «Estuvimos allí el viernes por la noche, el sábado por la mañana. Podrías haberme detenido». Quería que me localizara antes del partido del Newcastle y me dijera. «Lo hemos pasado muy bien. Diez años, pero ya tienes 30 años. Tus rodillas no están mejorando». Yo tenía una rodilla dudosa. Lo habría entendido y habría dicho: «Bien, jefe».

«Fui suplente por primera vez y Bob dijo: «Calienta. Será mejor que te pongas aquí’. Estábamos perdiendo el partido2. Dije: «No, no voy a calentar. Si viene y me dice que caliente, calentaré», porque Shankly estaba en la tribuna. Nunca bajó y perdimos. Se lo hizo a Tommy Smith cuando lo dejó fuera. Tommy salió furioso del vestuario en Londres y tomó el tren a casa. Fui a ver a Shankly y tuve un desacuerdo con él. Bob me llamó la atención en el entrenamiento y me dijo: «Tienes que tener ayudantes o entorpecedores». Se había quedado fuera de la final de la Copa tras haber jugado la semifinal y haber marcado un gol. «Todos hemos tenido en nuestras carreras cuando llega el final de estas». Dije: «Bien, Bob». Shanks no dijo nada. Sólo guardamos un silencio sepulcral después de esa discusión».

«Jugué algunos partidos en la reserva con Joe Fagan. Shanks me puso en el banquillo contra el Swansea en la primera ronda de la Copa en enero. Estábamos pasando apuros en Anfield y me puso en el banquillo y marqué un gol. Esa semana, Shanks me dijo: «¿Qué te parecería ir a Sudáfrica?» Pensé que era lo más lejos del Liverpool que podía llevarme. Yo seguía siendo uno de los favoritos de la afición y no era que hubiera comprado a otro jugador por mucho dinero y que pensara: «Bueno, ha sido una gran compra y va a tener que hacer cambios». Estaba trayendo chicos.”

 

Y comenzó una aventura en Sudáfrica en febrero de 1971 y aquel desencuentro con Bill Shankly terminó y quedo todo olvidado con el retiro de los banquillos del genio escoces. “Tuve un gran año en el Hellenic y me encantó. Campeones de Sudáfrica y todo eso. Fue estupendo. Cuando volví a este país me fui al Coventry. Al cabo de poco tiempo volvimos a hablar, porque teníamos la mejor relación que se puede tener con el entrenador. Cuando Shankly hizo las maletas y se retiró, solía verle bastante. Volvimos a tener una buena relación. Fui uno de los portadores del féretro cuando murió.”

Los recuerdos entre ambos te dan la gran dimensión de aquel futbol. “Shanks solía decir: ‘Es un juego de hombres. Da un golpe, sácalos y no dejes que vean que te han hecho daño’. Si recibías un golpe de alguien no podías ir a cojear. Tenías que fingir que no lo habías recibido. No había sustitutos. Si tenías un tobillo malo, una rodilla mala, cualquier cosa mala, seguías jugando”.

Ian St John recibió un homenaje sólo después de haber dejado Anfield y haberse roto la pierna en un entrenamiento con el Tranmere Rovers.

Tras dejar el futbol, el bueno de ‘Saint’ comenzó su etapa en los banquillos con vuelta a su tierra y a su equipo Motherwell en 1973 y después al Portsmouth. Pero donde volvió a triunfar fue con su amigo Jimmy Greaves en la televisión. Hace unos años nos levantamos con la noticia de que estaba luchando contra el cáncer de próstata. Seguro que Ian St. John le ha pegado un gran uppercut.

No esta nada mal la cifra de 118 goles para alguien que acabó sus años atrasando su posición. Ahora ya sabéis quien es al gran jugador que igualó Mo Salah.