Convivir con el error por @VictorDieguezZ

Convivir con el error por @VictorDieguezZ

abril 8, 2021 0 Por Esto es Anfield

Análisis de un Zidane Zidane frente a Jürgen Klopp.

 

Por Víctor Diéguez (@VictorDieguezZ)

El Liverpool cayó con justicia ante el Real Madrid por un 3-1 que deja a los Reds al borde del abismo en la Champions League. Klopp falló en el planteamiento, y aunque se empeñe en tirar su titánico trabajo por tierra, conviene recordar que, si bien es una leyenda andante, sigue siendo una persona normal que se puede equivocar como cualquier otra.

 

Zinedine Zidane, Jürgen Klopp y viceversa. Ambos son entrenadores que saben lo que es ganar y ser leyendas en sus clubes. Ya sea de una forma u otra, cada uno siguiendo el particular destino que los hace únicos, han marcado el devenir de los equipos que apostaron por ellos. Por eso, ver un Real Madrid-Liverpool (o lo que es lo mismo, un Zidane-Klopp) siempre es garantía de ver el más alto nivel futbolístico. Entonces, en ese preciso instante en el que todas las miradas están puestas en el verde, es cuando empiezan a aparecer los problemas. Cuando rueda el balón es el momento en el que el mundo del fútbol, con sus deidades y mitos, se humaniza. Y los espectadores, mortales, no son capaces de comprender el fallo de su ídolo.

 

Cada vez que hay un partido de la magnitud de un Madrid-Liverpool, ese proceso de humanización a marchas forzadas se cumple más rápido de lo normal. No hay medias tintas: si fallas, estás fuera, señalado por todos y repudiado. Y aunque no suela ser así vista su trayectoria en Anfield, Klopp se equivocó en Madrid. Su idea era buenísima para anular al Real Madrid, basándose en una fidelidad casi religiosa a la intensidad, rock&roll y gegenpressing que ha dado al Liverpool sus mejores noches en la última década. Entró un casi inédito Naby Keïta en el once inicial, dejando fuera al mejorado Thiago Alcántara. Para Klopp, en su innegable conocimiento de este deporte, no era una noche en la que había que matizar su idea, sino apostar por ella. Pero Klopp, que no deja de ser una persona, se equivocó y el Liverpool perdió.

 

Luego llegaron esos despreciables seres que se excusaron en el fútbol para sacar a relucir su asqueroso racismo, que, si bien fueron ruidosos y molestos, no son los protagonistas de este texto. El protagonismo de estas líneas se lo llevaron aquellos que llevaban tiempo esperando agazapados para atizar a Klopp, alegando a una mala noche para demostrar que llevaban razón, que saben más que uno de los mejores entrenadores de la historia del Liverpool. “Es un sobrevalorado”, “vaya arrogante” o “se le ha comido el personaje” fueron algunas lindezas de esos tipos. Desconozco si es por intentar subsanar su error por dudar de Zidane en el pasado o por restarle méritos al buen partido que hicieron los de la capital, pero lo cierto es que las críticas seguían ahí, haciendo ver que Klopp era un invento que había logrado todo por pura suerte.

Liverpool’s German manager Jurgen Klopp (R) gestures at Real Madrid’s Brazilian forward Vinicius Junior during the UEFA Champions League first leg quarter-final football match between Real Madrid and Liverpool at the Alfredo di Stefano stadium in Valdebebas in the outskirts of Madrid on April 6, 2021. (Photo by GABRIEL BOUYS / AFP)

Al final, el deporte (ya sea fútbol, baloncesto o lo que sea) es una fuente enorme de relatos e inspiración. Es un reflejo de la vida, y como esta, tratamos de moldearla para sentirnos cómodos. No culpo a nadie por ello, porque que menos que estar a gusto con lo más importante de las cosas no importantes de la vida. Pero el problema llega cuando se magnifica el relato por encima de la realidad. En el Alfredo Di Stéfano la realidad fue que el Liverpool perdió, que el Madrid fue mejor y que queda la vuelta. Y si ya queremos indagar más en la realidad, Klopp se equivocó de primeras, pero corrigió antes de la primera parte y, si no es por Ferland Mendy, el partido se podría haber puesto 2-2. ¿Cuál sería la narrativa entonces? ¿Qué Zidane volvía a tirar una ventaja? ¿Qué Klopp era un genio táctico? La realidad es que nunca lo sabremos.

 

Es fácil opinar desde el sofá, crear relatos y relajarse viendo fútbol en los tiempos tan crudos en los que vivimos. Lo difícil es estar donde están Klopp o Zidane, dos mortales con estatus de deidad, y saber que cada decisión cuenta de cara al devenir de la felicidad del aficionado. Si están ahí, es por algo. Klopp fue noble en su planteamiento, pero se equivocó. Más noble fue aún reconocer su error y dar marcha atrás. Cosa que estoy seguro de que también hubiese hecho Zidane si la cosa hubiese sido al revés. Quizás por eso, además de por su evidente talento, están donde están. Por ello, si bien vivimos del relato, debemos normalizar que en la realidad se convive con el fallo. Equivocarse es lo normal, aunque para ellos sea lo extraordinario. Sea como sea, queda la vuelta. Si se vuelve a fallar, momentos peores se han vivido. Lo importante no es lo que se gana, sino lo que se siente. Y en ese aspecto este equipo va sobrado.