¿Brendan Rodgers o apostamos por el cambio?

¿Brendan Rodgers o apostamos por el cambio?

mayo 7, 2015 6 Por George Olmos

¿Una pinta en el Pub?

Estas ultimas semanas con tantos acontecimientos fallidos por parte del Liverpool, la parroquia red se hacen una pregunta, si seguir con el proyecto de Rodgers o cambiar de plan y pensar en nuevos aires, pasar a nuestro pub, poneros cómodos, la primera invitamos nosotros, Bob, Bill, que no les falte a los supporters de nada.

«Cambio de rumbo”

Por Javier Cordero (@Javi15195).
El equipo dirigido por Brendan Rodgers se ha visto obligado a una transición dolorosa tras los acontecimientos ocurridos el pasado verano. Por una parte, la marcha de Luis Suárez, uno de los mejores delanteros del planeta, ha supuesto un bajón futbolístico para los inquilinos de Anfield. Más allá de su tremenda capacidad goleadora, sus recursos fuera del área eran clave para que su equipo alcanzara su cénit de fútbol: juego de espaldas, asociaciones, apoyos, desmarques de ruptura, asistencias… La secretaría técnica del Liverpool invirtió los 80 millones que el Barça dejó en las arcas por la compra del uruguayo para reforzar numerosas posiciones de cara a la presente temporada. Lovren, Lallana, Emre Can, Balotelli o Markovic fueron algunos de los refuerzos adquiridos por los reds para ganar fondo de armario o comandar al equipo en la temporada que se avecinaba. 
A pesar del frenético cambio que supuso para la plantilla todos estos movimientos, se esperaba que el entrenador irlandés supiera reconstruir el equipo a partir de los cimientos que asentó a comienzos de la pasada campaña, adaptando las nuevas piezas que había adquirido. Un fútbol que mezclaba lo asociativo con las salidas con espacios gracias a la explosividad y rapidez de jugadores como Sterling, Coutinho o Daniel Sturridge. Sin embargo, el fútbol del Liverpool ha carecido, durante toda la temporada, de una sinfonía que pudiera ser interpretada por los jugadores que componían la plantilla. Rodgers ha aceptado el cambio. Tras la marcha de Suárez, podemos añadir a la lista de inconvenientes el estado físico de Steven Gerrard. El capitán dominó la pasada Premier League haciendo las veces de mediocentro y siendo el eje sobre el cual giraba el fútbol asociativo de los nuestros. Las lesiones y su bajón físico han hecho que el entrenador norirlandés haya prescindido de Gerrard durante la temporada. Su antigua posición requería abarcar mucho espacio tanto en fase ofensiva como defensiva, y dibujar un estilo acorde a un futbolista de 33 años cuyas piernas no son tan frescas como antaño se antoja complicado. Y, para agrandar la lista de problemas, el sistema defensivo del equipo ha sido deficiente desde que Brendan ocupa el banquillo de Anfield. El equipo recibió una cifra cercana a los 50 goles en la pasada competición liguera, un número que podía sobrellevarse si tenemos en cuenta el poder ofensivo que tenía el equipo con Suárez y Sturridge en punta de lanza. Ante la pérdida del primero y las continuas lesiones del segundo, Rodgers podía suponer que fortalecer la parcela defensiva sería éxito de puntos este año.
Rodgers sacrificó su gran estilo ofensivo para reforzar su propia área
Tras una primera vuelta desastrosa, tratando de sacar rédito de los partidos a través de numerosos esquemas distintos que no dieron frutos, Brendan Rodgers apostaba por un 3-4-3 (transformado a 5-4-1 sin balón) para tratar de blindar su último tercio de campo. Tres centrales y dos mediocentros bastante juntos para cerrar cualquier posibilidad de contraataque rival y 9 futbolistas metidos atrás para cerrar espacios.  El equipo dio muestras de mejoría y Mignolet dejó su portería a cero en varios encuentros. No obstante, lejos de defender mediante un plan organizado, la acumulación de futbolistas ‘rojos’ en los últimos metros era el único argumento de peso para que el rival no hiciese gol. Los problemas radican tanto en términos colectivos (muchos desajustes) como en términos individuales (falta de verdaderos especialistas defensivos). El plan del míster por fin tenía cierta lógica, aunque jamás ha logrado un equilibrio constante: subvirtió las características futbolísticas de su equipo y ahora es la defensa la que adquiere mayor importancia en los partidos del equipo. Esto ha supuesto una disminución en los ataques, puesto que defender tan atrás con tantos futbolistas supone menos probabilidad de hacer daño en los contragolpes. Además, la circulación de pelota es lenta y demasiado horizontal. Eso provoca que el rival apenas se descoloque y sea más difícil hacerle daño. Tan solo las maravillas técnicas de Coutinho (el mayor acierto de Rodgers ha sido darle la posición de mediapunta) y los aciertos puntuales de Sterling de cara a puerta han permitido sacar adelante muchos encuentros. A ello se une el pobre rendimiento de los hombres gol: ni Lambert ni Borini ni Balotelli han rendido como se esperaba. En los últimos encuentros, el equipo no ha podido continuar con su esquema debido a la lesión de Sakho, por lo que ha pasado a jugar con cuatro defensas. Sin embargo, el equipo sigue con los mismos déficits en su juego y esto podría costarle la plaza que da acceso a la Europa League.
Los errores que Rodgers ha cometido esta temporada son inentendibles en ciertos aspectos, como los planteamientos tácticos que supusieron las decepcionantes derrotas que el equipo ha sufrido por Europa. La transición sufrida ha sido dura, y son varios los problemas que ha tenido el míster para formar una plantilla competitiva: malos fichajes, lesiones… No obstante, el míster debe seguir al frente del equipo, y deberá, en su cuarta temporada, dar razones de peso para seguir confiando en este proyecto. Necesita más tiempo, y solo podemos dárselo si echamos la vista atrás y recordamos a los Gerrard, Coutinho, Sterling o Sturridge dibujando poesía sobre el verde césped de Anfield. In Brendan we trust… pero solo de momento.«

A tiempo de reescribir el guión.

Por Jorge De Castro (@jorge_decastro)
Hay que decirlo, ha sido una de las temporadas más decepcionantes en tiempos recientes, particularmente considerando lo vivido la pasada campaña. Casualmente (o no) las similitudes con la última temporada posterior a una carga por el título (2009/10) son espeluznantes.
De terminar segundos (ante Utd/City), a perder una pieza clave (Xabi Alonso/Suárez) sin sustituirla de la mejor forma (Aquilani, Glen Johnson, Kyrgiacos, Maxi / Lambert, Lallana, Lovren, Markovic, Moreno, Balotelli), eliminados en fase de grupos de Champions League (Lyon, Fiorentina, Debreceni / Real Madrid, Basel, Ludogorets), eliminados en semifinales de otras copas (Europa League / Capital One y FA), con un pobre inicio de campaña y un intento de resurgir poco antes del final que la primera vez se quedó corto (7mos,a 7 del Tottenham que fue 4to), y que en la secuela parece que será igual (5tos a 4to del United). Todo esto llevo a una marcada división en la afición que en la primera parte de este drama, unos pedían la salida de Benítez, otros la de Hicks y Gilette, y otro grupo la de ambos; en la segunda parte no ha cambiado el guión pero si los protagonistas con Brendan y FSG en primer plano. El final de esa primera entrega culminó en la salida de Rafa y la esperanza de la llegada de un entrenador con ideas frescas y fútbol atractivo como Pellegrini, pero quedó ahí, en esperanza y poco más ante la llegada de Hodgson. Hoy la esperanza va más allá de España, pero que de igual forma maravilló con una maquinaria amarilla y más allá de lo que periodistas y agentes alemanes puedan decir, no hay garantías de que no vaya a quedarse en esperanza como años atrás.
Klopp y benítez han sonado en los mentideros reds.
Rodgers ha cometido horrores esta campaña. Su terquedad en el arranque probablemente sea lo que hoy le cueste entrar en puestos de Champions League. Aunque tardó, logró darle la vuelta y encontrar un esquema que sacrificaba el juego maravilloso de la temporada pasada, con el fin de tener más seguridad en el fondo. Si bien la temporada pasada se sabía que con una dupla mortal en ataque no importaba recibir 3 cuando marcabas 5, Brendan se dio cuenta de que este año las piezas no eran las mismas y tuvo que buscar alternativas al fallido plan de verano. Y aunque parecía que el empuje final sería de ensueño, el ego ante la prensa en la buena racha y la presión terminaron por meterle una zancadilla al equipo como también le pasase a Rafa en el pasado.
Más allá de eso, y por más cizaña que se trate de meter en el asunto, los jugadores no le han hecho la cama. Aún en la decepcionante racha ante el Villa, WBA y Hull, los jugadores no dejaron de correr nunca (bueno, quizás algún delantero si…), simplemente lucían noqueados mental y anímicamente tras la derrota en Anfield ante el United. Y bien cuando corresponde al entrenador proveer y trabajar en esa fortaleza mental, hay cosas que escapan de sus manos como la inhabilidad a lo largo de la campaña de saber definir de cara al arco por parte de todos los jugadores de la plantilla.
El hecho de salir de Rodgers no es algo tan simple como cambiarse una camiseta, como parece verlo la mayoría que pide su cabeza. Un costo alrededor de los 10 millones de libras no es un lujo que un equipo que desesperadamente busca un delantero de calidad pueda darse, y a eso habría que sumarle el costo de un prospecto como Klopp o el mismo Benítez. Además, Rodgers no ha perdido el rumbo del todo, la idea sigue allí, y puede verse. El problema y la situación que atraviesa el club van más allá del entrenador. Tiene que ver con la plantilla, con los dueños, y las ambiciones de todos los involucrados. Debe haber claridad y una redefinición de la estrategia y asegurarse que haya sintonía desde las oficinas del club hasta el banquillo de Rodgers.
Nada garantiza que seguir con las similitudes de hace 6 años terminará tristemente igual, como tampoco hay garantías de que el panorama será otro. Lo cierto es que probablemente las similitudes terminen allí, al filo del abismo para el Boss, y me parece lo correcto. Quiero creer que la escena post créditos de esta película, será un paso en la dirección correcta.

Inestabilidad. 

Por Javier Martínez (@JaviMartinez82)
Si existe algún concepto que pueda definir al Liverpool esta temporada es ese. Y es que, no nos equivoquemos, el equipo de Rodgers este año, no ha brillado justamente por su jogo bonito, aunque mantenga un alto ratio de posesión. Si bien hemos encontrado un Coutinho, Henderson o Sterling en su máxima expresión, estamos ante una pregunta clave: ¿Es Brendan Rodgers el enemigo número 1 de Brendan Rodgers? Esa sería una de las pocas explicaciones que justifiquen los fichajes de jugadores como Lovren, Lambert o Balotelli. Y ahora nos preguntamos:”¿Y la temporada pasada qué?”. Easy, juntó al mejor Suárez con la velocidad de Sterling y la explosión (actualmente implosión) de Sturridge. Nada más. Yo no me he esmerado en encontrar más explicaciones. Y realmente si pensamos en frío no las hay. Con Suárez en Barcelona y Sturridge lesionado, el bombón se derritió. En realidad, no había proyecto, sino más bien un tridente en un estado de forma inmejorable. 
¿Pasandole los trastos? 
Eso sí, no quitemos mérito a Rodgers de lo logrado. Al revés, devolvió la ilusión a una afición que desde 2005 pocas alegrías había tenido. La ventaja de conocer bien la plantilla, factor imprescindible, le puede asegurar su continuidad, aunque otro patinazo en el próximo mercado de verano le situaría en el disparadero de salida. Para un club como el Liverpool, dentro de este fútbol moderno y globalizado ya no existen los “a corto plazo”. La ingente recaudación anual que recibe el club de los sponsors no permite que un “proyecto» fluya por sí solo cuando se tambalea lo más mínimo. Pensemos mejor en la vida sin Brendan Rodgers, antes de que a mitad de la temporada que viene, cuando ocupemos la duodécima plaza y lejos de puestos europeos empecemos a hacer experimentos. Fue bonito mientras duró. 
Jurgen Klopp anunció que su etapa en el Borussia Dortmund “it’s over”, ¿Se lo imaginan con su carácter ocupando el trono en Anfield? Yo por si acaso, ya voy mirando residencia de vacaciones a las orillas del Mersey que esto no me lo pierdo.
¿Y tu opinión cual sería? Todo desde el respeto como santo y seña de lo que es ser supporter del Liverpool.